Primer Intento A.A (Alcóholico Anónimo)

Tener algún tipo de vínculo afectivo con alguien es un proceso bastante complejo, porque ya no es simplemente tener un pololo, que evoluciona a novio y luego es tu feliz esposo. Como todo, las cosas han cambiado y ahora conoces a alguien en los lugares más insólitos, como en un bus, en Transantiago y ya es comienzo de algún tipo de historia, no necesariamente romántica. Luego comienzas a salir, que no implica necesariamente la valiosa exclusividad, después andar, y con suerte terminas pololeando, lo que en estos tiempos se convierte en algo sumamente arriesgado, creo que hablo por mi mas que nada.

Hablar de aquellos que han pasado por mi vida y que en algún sentido marcan una etapa sería un poco aburrido, si no fuera porque estos modelitos parecen ser sacados de un psiquiátrico y en algunos casos de la sociedad de alcohólicos anónimos.

AA: ser foránea en santiago es una difícil misión, es algo así como conocer todo de nuevo, aprender que si miras los edificios para arriba pareces huasa, que tu mochila por lo general se usa por delante, que si alguien en la micro te pasaba plata no era para ti, si no para que pagaras su pasaje, que no existe la libreta del fiado ni después le devuelvo el envase, cosas como esas las vas aprendiendo y a estas altura aunque no te sientas parte de esta ciudad ya casi actúas como uno de ellos, ya casi corro en vez de caminar, aprendí a subir y bajar de la micro en movimiento (igual que los que venden helados) hacerme la dormida para o dar el asiento y compactarme al momento de subir al metro.

Pero el punto es que en esta calidad de Carmela sin trenzas y sin canasto conocí a AA que llegó a mi vida en el momento justo, justo y apropiado para él claro está. Muy perdida, así como perdida en el tiempo y el espacio fue un pololo mas bien extraño, de esos que tomaba y había que llevarlo a casa en calidad de bulto, que se enojaba cuando sacaba menor nota que yo en la universidad, que decía cuando salíamos a bailar “voy al baño y vuelvo” y tras largos minutos estaba bailando con otra persona. De aquellos que se arreglan más que una y para los cuáles el auto y la ropa son primordiales. Tanto así que nuestras discusiones pasaban por mi negativa a pintarme y sus recurrentes, “te juro que me mato si terminamos”. En fin lo bueno sería que dijera que ahora somos muy amigos y que ya nada de eso importa, pero luego de mas de dos años y una serie de llamadas a las 5 de la mañana, diciéndome un montón de cosas inentendibles, debido a su estado etílico, me impiden decir que por fin se civilizó, no hay más adjetivo calificativo que decir que es un pastel, que lo sigue siendo y que aunque se vaya a China será un pastel en chino. Existen personas que nunca cambian, y no piensan en cambiar AA es así (Alcohólico Anónimo) un hombre que aún piensa que las vacas vuelan y que algún día volveremos o nos volveremos a encontrar, algo así como nueces para el amor (película Argentina)